Tareq Khalaf, Political Posters
Tareq Khalaf, Political Posters
11.09.2025

Arte en solidaridad con Palestina El Ciervo

Empiezo a escribir después de haber leído la denuncia de la ONU por el colapso del sistema humanitario por el hambre en Gaza: el equivalente a 6.000 camiones de comida y suministros médicos se encuentran bloqueados en Egipto y Jordania por el estado de Israel, señala Phillipe Lazzarini, jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA). Entre datos e informaciones que no son más que mediaciones y formas precarias de acercarnos apenas un poco a la dimensión de esta limpieza étnica que está llevando a cabo el gobierno israelí, recuerdo aquellos versos de Bertolt Brecht de su poema A los hombres futuros (1939): «¿Qué tiempos son estos en que hablar de árboles es casi un crimen / porque implica callar sobre tantas injusticias?». Por muchas movilizaciones que haya, intentos humildes de boicot a empresas que financian este genocidio, de compartir, visibilizar y hablar a conocidos de la situación, se vuelve insoportable callar, como en el verso, tantas injusticias.

Pensaba que hablar de cualquier exposición, artista o propuesta interesante, de aquí o de allá, como hablar de árboles en tiempos oscuros, implicaba perder una oportunidad para insistir en algo que leí hace unos meses. “En tiempos de guerra, despojo y violencia sistemática, la cultura se convierte en refugio, en lugar de encuentro, en herramienta de resistencia y de memoria”. Esta frase se podía leer en la difusión de la jornada “Cultura para la paz. Arte y cultura en solidaridad con Palestina”, que tuvo lugar hace unos meses en Casa de Campo, en Madrid, y estaba organizado por L’Internationale, el Museo Reina Sofía y Red Teja. Esta última es una red iniciada por tres espacios independientes de Madrid (Nave Oporto, Paisanaje y el espacio de residencias de hablarenarte, Planta Alta) que vincula espacios culturales y artísticos comprometidos con el derecho al refugio y la defensa de los derechos humanos. Hoy día esta red la componen 15 instituciones públicas y privadas, así como organizaciones independientes del sector culturan en Madrid, Barcelona y Bilbao.

Desde una perspectiva de cuidados, Red Teja promueve la acogida temporal de artistas y profesionales de la cultura que se encuentran en situaciones sociopolíticas complejas y de riesgo en sus países de origen, ofreciéndoles un entorno donde puedan continuar su trabajo y reconstruir sus redes. Esta red entiende la cultura no solo como un campo productivo, sino también como una herramienta de hospitalidad, resistencia y acción política. A través de residencias y encuentros en espacios culturales, Red Teja articula nuevas formas de solidaridad desde el arte en una tarea que trasciende la creación para situarse en el terreno de lo común, lo urgente y lo reparador. 

El artista palestino Tareq Khalaf y la investigadora Manar Idrissi han sido unos de los últimos residentes en Red Teja y que presentaron su trabajo en La Casa Encendida de Madrid en julio de 2025 durante las sesiones “Palestina: el aliento bajo los escombros”. En este marco, Tareq Khalaf compartió su película Azziza’s Garden, un documental experimental que retrata la conexión con su tía abuela, última de su generación en permanecer cultivando la tierra familiar en Palestina. La proyección abrió un espacio desde donde pensar la memoria, el exilio y el arraigo como formas de resistencia. En un momento en que las imágenes del presente son insoportables, el gesto de crear otras reafirma la urgencia de una cultura que no mire hacia otro lado: desde lo íntimo y lo político, el arte sigue siendo un lugar donde sostener la vida.

Artículo publicado en el número 813 de la revista El Ciervo.

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