© Marc Llibre, CCCanFelipa, 2023
13.03.2023

Una casa sin fuego es como un cuerpo sin sangre Can Felipa

En el País Vasco se dice popularmente Sugabeko etxea, gorputza odolgabea –casa sin fuego, cuerpo sin sangre– para incidir en la importancia de las relaciones dentro del hogar y el hecho de que éste esté lleno de vida. La casa, entendida en su sentido de Etxea, evoca un espacio generador y reproductor, donde el fuego reúne todos los seres vivos y no-vivos, como fantasmas y espíritus, y los mantiene en relación entre ellos. Como un circuito sanguíneo, que lleva el oxígeno a los diferentes órganos del cuerpo, el fuego es una fuerza latente que hace vivir y permite una conexión tentacular.

Sin embargo, tanto el fuego como la sangre llevan en ellos mismos la posibilidad de un exceso, de un desbordamiento que puede conducir hacia la destrucción del espacio que los acoge. El fuego puede ser causa de incendios, como la sangre puede ser portadora de un exceso de anticuerpos con los cuales deteriora el propio organismo. Este cuerpo que se subleva contra él mismo, que se puede vivir como excesivo en su incomprensión, se encuentra en un movimiento interno y externo constante –un sistema inmunitario, orgánico, etc.–, que opera en un interior y que, al mismo tiempo, desde la frontera de la piel toca un medio que lo rodea.

Una casa sin fuego es como un cuerpo sin sangre es un proyecto expositivo que se pregunta por esta condición paradójica, de pulsiones y fuerzas que, a la vez que permiten la vida, son capaces también de su destrucción. Esta exposición invita a una serie de artistas a situarse en este umbral de aquello vivo pero siempre ante la posibilidad de la destrucción. En La muerte y la primavera queda perfectamente expresado cuando Rodoreda escribe «La muerte huyó por el corazón y, cuando ya no tuve la muerte dentro, me morí…». Así pues, este proyecto pretende profundizar en esta pulsión de muerte que va más allá del tiempo biológico y que representa una temporalidad trastocada.

Este proyecto toma como eje de reflexión la noción de pulsión para profundizar a través de las diferentes obras e intervenciones de mediación de qué manera hacemos frente a estas fuerzas que tienden hacia un estado inerte o inorgánico. Desde la experiencia más inmediata del cuerpo y la corporalidad – los múltiples malestares, la experiencia de no encajar la experiencia dentro del marco de una norma, etc.– hasta la forma de habitar el mundo, estas fuerzas, como el fuego que quema o la sangre que hierve, aparecen como elementos disruptivos con los cuales nos tenemos que relacionar necesariamente. En este sentido, el punto de partida es este hogar-cuerpo, la posibilidad de vida que se hace más vida, un espacio conectado y en relación.

Exposición colectiva con obras de Gabriel Alonso, Mercedes Azpilicueta, Óscar Carretero, Raquel G. Ibáñez, Valentin Ranger, Irene Solà, Laura Torres y Helena Vinent. Comisariada por Sergi Álvarez Riosalido.

Del 4 de mayo al 24 de julio de 2023 en Can Felipa (Barcelona).

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